Las normas y certificaciones internacionales juegan un papel crucial en la mejora de la calidad, la seguridad y la sostenibilidad de los productos y servicios. Entre las más destacadas se encuentran las normas IFC, FSC, BRC y OEA, cada una con un enfoque específico y un impacto considerable en sus respectivos sectores.
IFC: normas internacionales para la seguridad alimentaria
El International Finance Corporation (IFC) establece normas internacionales diseñadas para promover prácticas seguras y sostenibles en la producción de alimentos. Aunque IFC no es específicamente una norma de certificación alimentaria, sus guías de desempeño, especialmente en sostenibilidad y seguridad, son reconocidas mundialmente y frecuentemente adoptadas por empresas que buscan alinear sus operaciones con estándares internacionales.
Las normas IFC se centran en la reducción del impacto ambiental de las operaciones industriales, fomentando el uso de prácticas que minimicen la contaminación y el desperdicio. Esto incluye el manejo de residuos, el uso eficiente del agua y la energía, y la protección de la biodiversidad.
Adoptar estas guías no solo mejora la reputación de las empresas, sino que también facilita el acceso a mercados internacionales y puede atraer financiamiento de inversionistas interesados en proyectos sostenibles.
Empresas en los sectores agrícola, manufacturero y de servicios están adoptando estas guías para cumplir con las expectativas de los consumidores y reguladores en cuanto a responsabilidad social y ambiental.
FSC: gestión responsable de los bosques
El Forest Stewardship Council (FSC) es una organización internacional que promueve la gestión responsable de los bosques del mundo a través de su sistema de certificación. El sello FSC asegura que los productos derivados de madera y papel provienen de bosques gestionados de manera sostenible.
Las normas FSC garantizan que los bosques sean manejados de manera que se preserven la biodiversidad, los derechos de los trabajadores y de las comunidades indígenas, y que se minimicen los impactos negativos sobre el medio ambiente.
A medida que crece la conciencia ambiental, las empresas de la industria del papel, la construcción y la mueblería están optando por certificarse bajo FSC para demostrar su compromiso con la sostenibilidad.
Los productos con certificación FSC son cada vez más
demandados por consumidores y corporaciones que buscan reducir su huella ecológica. Esto ha convertido a la norma FSC en una tendencia clave para las empresas que desean posicionarse como responsables y sostenibles.
BRC: estándares de calidad y seguridad alimentaria
La norma BRC (British Retail Consortium) es uno de los estándares más reconocidos para la calidad, seguridad y legalidad de los productos alimentarios. Es ampliamente adoptada por fabricantes y minoristas para asegurar que sus productos cumplen con altos niveles de seguridad y calidad.
BRC cubre desde la evaluación de los proveedores hasta la gestión de riesgos en la cadena de suministro. Se centra en la trazabilidad, la higiene, la gestión de residuos y el control de alérgenos, lo que hace que sea una norma integral para la seguridad alimentaria.
Aunque originada en el Reino Unido, la norma BRC ha ganado aceptación global, siendo un requisito para proveedores que desean ingresar a mercados europeos y otros mercados exigentes.
Las empresas certificadas bajo BRC no solo aseguran la confianza del consumidor, sino que también mejoran sus procesos internos, reducen el riesgo de retiradas de productos y se posicionan favorablemente frente a la competencia.
OEA: seguridad en la cadena de suministro global
La figura del Operador Económico Autorizado (OEA) es una certificación promovida por la Organización Mundial de Aduanas que busca fortalecer la seguridad de la cadena de suministro internacional. Esta certificación otorga a las empresas el reconocimiento de ser socios confiables en el comercio global.
La certificación OEA garantiza que las empresas cumplen con estándares de seguridad en sus operaciones logísticas y aduaneras, minimizando los riesgos de contrabando, fraude y otras actividades ilícitas.
Las empresas certificadas como OEA disfrutan de procedimientos aduaneros simplificados, reduciendo tiempos y costos de despacho, lo que les otorga una ventaja competitiva en un entorno de comercio global cada vez más regulado.
Ser un Operador Económico Autorizado no solo mejora la seguridad de la cadena de suministro, sino que también fortalece las relaciones comerciales internacionales al generar confianza entre los socios comerciales y las autoridades aduaneras.