En la industria alimentaria, la seguridad alimentaria no es una opción, sino una obligación. Los consumidores exigen productos seguros y confiables, y las empresas tienen la responsabilidad de garantizar que sus productos cumplan con los más altos estándares de calidad.
La norma ISO 22001 proporciona un marco para la gestión de la seguridad alimentaria, y los prerrequisitos son una parte fundamental de este sistema.
¿Qué son los prerrequisitos ISO 22001?
Los prerrequisitos ISO 22001 son un conjunto de medidas básicas que las empresas deben implementar para garantizar la seguridad alimentaria. Estos requisitos abarcan una amplia gama de áreas, como:
Buenas prácticas de fabricación (BPF)
Las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) se centran en garantizar la higiene y la limpieza tanto de las instalaciones como del equipo y el personal involucrado.
Esto abarca una serie de prácticas que incluyen la limpieza y desinfección exhaustiva de las instalaciones, el estricto control de la temperatura y la humedad, la gestión adecuada de residuos y la atención al control de alérgenos.
Estas medidas no solo aseguran la calidad del producto final, sino que también son fundamentales para salvaguardar la salud de los consumidores y mantener la reputación y credibilidad de la empresa en el mercado.
Buenas prácticas de higiene (BPH)
Las Buenas Prácticas de Higiene (BPH) son un conjunto de normas diseñadas para garantizar la higiene personal de los manipuladores de alimentos.
Estas directrices abarcan varios aspectos cruciales, como el lavado adecuado de manos, el uso de indumentaria protectora, el mantenimiento de una buena salud personal y la capacitación en prácticas de higiene alimentaria.
Cumplir con estas normativas no solo promueve la seguridad alimentaria, sino que también contribuye a prevenir la contaminación y proteger la salud de los consumidores.
Control de plagas
El control de plagas comprende la aplicación de diversas medidas destinadas a evitar tanto la entrada como la propagación de plagas en las instalaciones.
Este proceso implica la implementación de estrategias como el control de acceso, la eliminación de posibles criaderos de plagas, la utilización de métodos de control que no sean tóxicos para el medio ambiente y la vigilancia constante de la efectividad del programa.
Al garantizar la ejecución adecuada de estas medidas, se reduce significativamente el riesgo de contaminación y se protege la integridad de los productos y la salud de los consumidores.
Control de agua
El control de agua es fundamental para asegurar la seguridad y calidad del agua empleada en la producción de alimentos.
Este proceso se centra en diversas acciones, como el tratamiento del agua para eliminar impurezas, el análisis y control periódico de su calidad, y la implementación de medidas preventivas para evitar la contaminación del recurso hídrico.
Al garantizar la aplicación rigurosa de estas medidas, se protege la salud de los consumidores y se asegura la integridad de los productos alimenticios elaborados.
Trazabilidad
La trazabilidad es un proceso esencial que facilita el seguimiento del origen y destino de los productos alimenticios en toda la cadena de suministro.
Este sistema resulta crucial para la identificación rápida y precisa de los productos en caso de surgir problemas relacionados con la seguridad alimentaria.
La capacidad de rastrear los alimentos desde su producción hasta su consumo final no solo permite una respuesta efectiva ante situaciones de riesgo, sino que también fortalece la confianza del consumidor al demostrar transparencia y responsabilidad por parte de los productores y distribuidores.
Mantenimiento y calibración
El mantenimiento y la calibración son procesos esenciales que garantizan el funcionamiento adecuado de los equipos e instrumentos utilizados en la producción de alimentos.
Estas actividades comprenden una serie de acciones, como la limpieza regular, la inspección detallada, las reparaciones necesarias y la calibración precisa de los equipos, con el fin de mantener su eficiencia y precisión.
Además, también se incluye la gestión meticulosa de registros relacionados con el mantenimiento y la calibración, así como el control de cualquier cambio que pueda afectar al proceso.
Al cumplir con estas prácticas, se asegura la calidad y seguridad de los productos alimenticios elaborados, así como la eficiencia operativa de la instalación.
Beneficios de implementar los prerrequisitos ISO 22001
Mayor seguridad alimentaria: Reducen significativamente el riesgo de contaminación de los alimentos.
Mejora de la calidad: Ayudan a producir alimentos de mayor calidad y consistencia.
Mayor confianza del consumidor: Generan confianza en los consumidores y aumentan la reputación de la empresa.
Cumplimiento normativo: Aseguran el cumplimiento de las normas y regulaciones de seguridad alimentaria.
Reducción de costes: Previenen pérdidas por contaminación, reprocesos y retiradas de productos del mercado.